f. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.
Definiciones oficiales a parte, la amistad verdadera, la que se cuenta con los dedos de las manos (y algunos afortunados sumando los de los pies), sí es auténtica perdura año tras año, minimizando distancias y limando asperezas o nubarrones, que cuando pasan no hacen más que reforzar esta.
Fotografia de Alfredo de la Iglesia
Amistat es el nombre que quisieron darle a esta cursa que nació, según cuentan, de manera espontánea entre un grupo de amigos con una afición común. Ese grupo fue creciendo y creciendo y perdurando, sumando ya 32 años.
Fotografia de Antonio Andrés
En esta sociedad de ciudadanos anónimos y movidos por el poderoso caballero Don Dinero no deja de sorprender hechos organizados (y de manera excelente) de manera altruista, invitando a pensar sobre la gestión que se hace de otros eventos con grandes corporaciones como patrocinadores u organizadores principales.
Fotografia de Alfredo de la Iglesia
Con un recorrido duro e invariable, la cursa de la amistat se ha convertido, como otras muchas, en una clásica de nuestro calendario. Cada 1 de noviembre toca dar el callo y afrontar los 16km que separan el Castillo de Montjuich (por favor, déjenlo como esta) y el punto más alto del Tibidabo. Este año dimos el callo K.K. Mula y los 3 Malasombra, a Gañan se le perdona, andaba con compromisos laborales en unas tierras más llanas.
Prueba no competitiva, no quita que, como humanos que somos, nos fijemos (u obsesionemos) con el tiempo (y no como tema de conversa en el ascensor, quien lo tenga…), así que el tema acabó como sigue, por supuesto, todos como amigos:
Fotografia de Javier Fraile
K.K. Mula 1h 36’ 00’’ (amigo nº560)
Kohete 1h 27’ 45’’(amigo nº307)
Vatio1h 18’ 10’’ (amigo nº84)
Salud!! (Que no nos falte...)
VATIO (Ruego disculpen la falta de premura)
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